¿Conoces tu Capital Profesional?
El diccionario define el patrimonio como el conjunto de bienes propios que posee una persona o una institución y que son susceptibles de estimación económica. Es un concepto que manejan habitualmente los profesionales del mundo de las finanzas y el derecho. Estos profesionales, cuando necesitan estimar el patrimonio o la riqueza de una persona, hacen un inventario de este patrimonio inmobiliario o financiero. Para ellos es muy práctico visualizar este patrimonio como si de una cartera o un portfolio de inversiones se tratase.
Además de estas dos carteras de riqueza, la inmobiliaria y la financiera, Jenny Blake añade un tercer portfolio: nuestra riqueza profesional. Nuestra riqueza personal es la suma de todos aquellos activos personales y profesionales que nos permiten prosperar en nuestra carrera profesional y está compuesta por varios elementos.
El primer activo de nuestra cartera profesional son nuestras fortalezas. Se trata de aquellos conocimientos, habilidades y destrezas que nos funcionan y que desempeñamos con excelencia. Para algunas personas son activos en los que debemos invertir para potenciarlos y para que no se deprecien, pero otras para constituyen un punto ciego del que no son conscientes y les cuesta identificar. Por ello necesitan acompañamiento para detectarlas y ponerlas en valor.
El segundo componente de nuestra riqueza profesional está formado por nuestra experiencia laboral previa. A lo largo de nuestra vida personal y profesional hemos ido atesorando un patrimonio que, como resultado, no sólo presenta una serie de conocimientos y experiencias, sino también unos resultados demostrables, un reputación en el mercado y unas habilidades y competencias susceptibles de ser monetizadas.
Finalmente, el tercer elemento de nuestro patrimonio financiero son nuestros contactos. Piensa que detrás de ellos existe un valioso capital relacional que te puede abrir las puertas de futuras aventuras profesionales, algunas de ellas imposibles de imaginar si no mantienes esos contactos vivos. Nuestra red de contactos es un activo tan valioso que sería un despilfarro no dedicar tiempo a mantenerla y hacerla crecer
Detrás de nuestra carrera, todos llevamos un Tesoro: nuestro patrimonio profesional. Como cualquier otra inversión, es importante que no sólo lo gestiones, sino también que lo protejas. También es fundamental que lo diversifiques, que lo blindes de cualquier amenaza de devaluación y que aproveches cualquier oportunidad para sacar el mejor rendimiento a tu inversión. Y si no encuentras ese Tesoro, te acompañamos a dibujar el mapa.
Si tienes interés en Re-Diseñar tu Carrera, conocer tu capital profesional es un ejercicio que puede serte de gran utilidad. Y si necesitas un acompañamiento más personalizado puedes participar en el próximo programa de Re-Diseñando Carreras. Encontrarás más información en este enlace
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