¿Cómo te relacionas con tu trabajo?

Parece una pregunta fácil de responder, aunque también parece una de esas preguntas que hacemos los coaches a nuestro clientes al objeto de que para responderlas tengan que salir de mindset habitual y cuestionarse creencias que le alejan de su objetivo.

Los trabajos de Amy Wrzesniewski identifican las tres formas que tienen las personas a la hora de percibir su trabajo: un empleo, una carrera o una llamada. La distinción, según la Doctora Wrzesniewski es tan sencilla que no sólo es fácil asignarse a una de las tres, sino que son tan incompatibles entre ellas que se corresponden a tres roles muy definidos.

En primer lugar están las personas que perciben el trabajo como un empleo. Trabajan para ganar dinero y sólo están interesadas en las recompensas materiales que reciben de su trabajo. En este sentido, no están interesadas en otras recompensas pues, para estas personas, el trabajo es simplemente un medio que les permite adquirir los recursos que necesitan para financiar su vida personal

Por otra parte, existen personas que perciben el trabajo como una carrera. Trabajan para avanzar en su vida y consideran que su trabajo es el resultado de una inversión a la que han dedicado un gran esfuerzo. Por ello, perciben sus logros a partir de los ingresos que reciben y por su ascenso en la escala corporativa y social. Para ellas, su esfuerzo es un medio para conseguir una mejor posición social, un mayor poder en la organización y, como resultado de todo ello, una mayor autoestima.

Finalmente, un tercer grupo de personas percibe su empleo como una llamada, una vocación que le lleva a disfrutar de un trabajo satisfactorio y socialmente útil. Para estas personas, el trabajo es inseparable de la vida y les motiva la satisfacción personal que les aporta el trabajo.

Aunque pueda parecerlo, ninguna de estas percepciones son buenas ni malas sino que se corresponden con diferentes mindsets asociados al trabajo. Sí es cierto que cuando partimos de una percepción u otra, ésta nos acerca o nos aleja de conseguir nuestros objetivos. Por otra parte, algunos factores como la satisfacción respecto a la vida, la motivación personal o la salud pueden estar relacionados con estas percepciones.

Reflexionar sobre el sentido que le damos al trabajo, puede ser el primer paso para hacer cambios en nuestra vida personal y profesional. Merece la pena

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